(basado en un fragmento del cuento “Balada de la Oficina” de Roberto Mariani)
¡Hasta cuándo vas a insistir con tu actitud! No te das cuenta de que sos un negador, que te vas quedando atrás de este ritmo alocado que avanza, avanza …Que sos un romántico, siempre lo fuiste . Pero de ahí a insistir con esa onda “retro”, esas costumbres … Cuando todos, aquí, escuchamos Groove o Reggaetown, vos seguís con tu afán por Serú Girán, Los Rolling, León Greco. ¡Y esa ropa, ese cabello! No me extrañaría que en cualquier momento te terminen suspendiendo de ese mediocre trabajo que tenés por andar siempre tan mal entrazado. Cómplice del sol, de la lluvia, de las madrugadas.
¡La lluvia!, ¡no me hagás acordar! Los otros días estuviste tres horas, sí, ¡tres horas! contemplándola a través del vidrio del bar “El Cairo”. Mirabas pasar a la gente que, mientras tanto corría de aquí para allá, como no podía ser de otro modo, en esa zona bancaria y a esa hora del día – las once de la mañana- , pero vos, en tu mundo, como siempre. La mirabas caer, caer, monótona, estúpidamente. Perdías el tiempo así, sin el menor dejo de culpa. ¿Sabés la cantidad de planillas de cálculo, de liquidaciones y de cartas que yo hice durante ese lapso en el que vos paveabas ?,¡Qué vas a saber vos de esas cosas! Sos un eterno soñador.
Confieso que a veces tu parsimonia me da pena, y otras, envidia, aunque, sólo, un poquito, nada más, que además logro compensar perfectamente con el orgullo que siento al verme adonde estoy, no como vos. Nunca quisiste negociar tu ocio, ni siquiera te interesó el progreso, tener un celular, una notebook, un buen reloj, buenas pilchas, o tu casa remodelada, con esos muebles de ahora estilo Vintage que le dicen .
¡Tengo razón cuando digo que sos un boludo! ¡Importante, además! Creer que una revolución todavía es posible, sufrir por los desastres ecológicos, porque mueren peces, o algunos animales corren peligro de extinción. ¡No me hagás reir! ¡Qué nos importa a nosotros todo eso si para cuando pase o no haya agua o árboles para purificar el ambiente, nos habremos muerto hace rato!
¡Entrá, dale, no seas tonto, dejate de joder!¡Vas a ver que te va a gustar!, sobre todo, cuando veas la moneda que hay en juego. Pensá que tenés tres bocas que alimentar, que las deudas, además, te están tapando,¡Dale, bajáte del caballo!, despertate, llamate a la realidad, ponele freno a tus sueños, con los pies sobre la tierra, sobre la tierra, sobre la … ¡uyy!, ¡qué me pasa!, ¡me estoy hundiendo!, ¡me hundo!, ¡me hundo! …
Tu ser se deja capturar Tan libre tan abierto Más allá de lo bueno lo malo Que temo a veces Que tus palabras quemen mis llagas Adentro Tus hebras sonoras susurran al oído Soledad y verdad Vuelan tan alto O aterrizan sin paracaídas Como un clamor en el abismo O dolor Fluir de demiurgo mundano Siempre antes que toda vanguardia Respirando el aire de la vida o De la muerte Síntesis de viejos estandartes o Esquemas relamidos Ahí en la tarde nadie En mis oídos Siempre ávidos de más Sacudís el silencio El erotismo angelical Del arte. San Lorenzo, 30 de mayo de 2005 (incluyo hoy este poema, para que su energía le llegue como un susurro , y le deseo una pronta recuperación …)
Una mujer se deshace en la letanía de las horas que simplemente se dejan atrapar y transcurren sin que los demás alcancen a percibir aquella burda desintegración. pese a las alegrías un tanto superficiales -con las que sigue insistiendo – en el fondo de su alma el anhelo hoy es grito impotente la desgarra como una hiena a la carroña aún no logra entender por qué las víctimas son siempre las mismas… Una vida llena de proyectos ha sido forzada a diluirse en una ciénaga de ineptitud donde todo ha quedado vedado ante el poder. Mientras tanto, un pequeño niño espera a la par de los que luchan con las únicas armas que poseen paciencia , coraje quizá los “pobres” cuenten sólo para Jesús o para alimentar mentiras de campañas políticas y ya no hay mucho por hacer salvo, claro, esperar el milagro. Dicen que el amor los hace que la esperanza es lo último que se pierde pero cuando la brecha es tan ancha a veces, no es suficiente…
(dedicado a la memoria de Julieta Escobar, compañera de Taller Literario, quien el 23 de diciembre de 2006, falleciera luego de haber sido operada de vesícula, al parecer, por un exceso en el suministro de anestesia, aunque el hecho nunca se ha clarificado hasta el momento)