sábado, 25 de febrero de 2012

Norberto




Una dulce tristeza resignada
Baila en la soledad de la mañana
Radiante
Cuelgan de ella
Esos finos cristales de ayer.

El alma echada
En la mansedumbre de
Extrañar a un hermano
En la nubes que mueven la altura
Al final del camino.

Una guitarra como cetro divino
Espera sin dudas su llegada
Junto a Dios.

Su ser sencillo
Cuerpo y alma entregada a su dictado
Se revela
En este impuro devenir relativo
De cosas que luego mutan
O supuestamente crecen
Evolucionan mejoran se transforman
Pero en algo siempre pendiente
De maduración.

El en cambio se dio sin pretensiones
Lo más fiel a sí mismo que pudo
Y el premio son todos esos pibes
“los fierros”
“las violas rabiosas”
El amor encendido por un blues
Que sonará hasta caer
En esta última tarde.
A Pappo
(en memoria de este músico extraordinario, con motivo de cumplirse cinco años de su fallecimiento.Este poema, en su momento salió publicado en periódico "Síntesis" de San Lorenzo y hoy está incluido en el libro "Amanecer de la Crísálida",1°Antología del Taller Literario "Alfonsina Storni" que coordino.

miércoles, 8 de febrero de 2012

"La cifra"




La cifra del dolor
dónde resolverla, exhibirla
sin ahogarla en mil lágrimas intrusas.
La precisión de aquello
ni siquiera se llega a ahondar
apenas se lo roza
mata de amor, de impotencia
¿cómo perfilarla?
¿o aceptar que ya no ocurrirá
la mirada clavando aquel ensueño taciturno
endiablado de ángeles surcando
mis mediodías?
¿qué verbo puede colmar
el silente silencio como insulto
de ninguna explicación bastando
ni siquiera la natural e irreversible
la aniquiladora de mi esperanza
toda?
¿cómo hacer para seguir asomando sólo
la punta del iceberg del secreto insondable
hoy enmudecido
o quizá, para siempre?
¿Con qué teoría religiosa o filosófica
se puede dar respuesta a esta loca irrefrenable
desesperación?
¿Cuál sortilegio, hechizo conjuro
podría rebobinar el tiempo un poco
apenas cuando aún imaginaba un encuentro final
completo, íntegro,
no, eternamente dibujado sobre una forma sutil?
Quizá tu espíritu vuele ascienda
etéreo emerja en su gracia final,
pero tarde o temprano volverá a derramar su jugo
sobre mi parsimonia.
Yo, mientras tanto, seguiré alimentándome de
Luz, colores, flores, amaneceres, abrazos reales o ideales
bellas o gruesas gotas de rocío, lluvia, auroras, crepúsculos,
tenues brisas, frágiles membranas, libros angelados o demoníacos,
vida, amor, bondad, libertad, alegría, cielo, nubes, niños…
Musas del día, de la tarde, de la noche.
Néctar, musas , música, canciones
tus canciones ….

A EL – mi músico del alma…