viernes, 25 de marzo de 2011

"Antes del indulto"

Atentamente escuché la sentencia. Lo demás, aunque cruento, casi morboso, no dejaba de ser anecdótico, consistía en minuciosas explicaciones sobre las diferentes modalidades de tortura que habían sufrido los treinta mil desaparecidos que tuvo la Argentina en ese sádico, perverso, “Proceso de Reorganización Nacional”. La sentencia decía en su último párrafo: para que NUNCA MAS ocurran estos hechos delictivos en la Argentina, para que esto quede definitivamente grabado en la memoria de todos. No son textuales las palabras, pero esa era, más o menos, la idea de la sentencia justa, severa, del juicio a los culpables del genocidio encubierto acaecido en dicho marco, juicio en el que, por otra parte, salieron a la luz sospechas de enriquecimiento ilícito, fuga de capitales, para con el entonces Comandante Massera asociado con algunos empresarios de entonces, tanto nacionales como internacionales. Entonces ya se hablaba de “negociados”… NUNCA MAS.
Por alguna razón me encontré llorando, impotente. Para que quede en la memoria… Pensé quizá en eso, en el tema de la memoria. Ya en plena Democracia empezaron a verse nuevamente hechos de corrupción. A nivel económico, a través de la especulación motivada por  un contexto inflacionario devenido ante la crisis del Plan Primavera del gobierno de Alfonsin, producto de la presión que los mismos sectores empresarios perpetraron, cuando las medidas de este plan amenazaron sus intereses. Luego, con el Menemismo, a través del desmantelamiento liso y llano de todo el andamiaje industrial en pos de un liberalismo económico que devino en la concentración del capital en las mismas manos.
A nivel político, como aún hoy sucede, eran los funcionarios elegidos “a dedo” o por lazos de parentesco, las “dietas”, los abultados gastos de representación, en fin… Y uno, usted quizá, se pregunta qué puede tener que ver todo esto con el tema de la memoria o falta de memoria sobre el Genocidio. Un político de hoy, un empresario de hoy, un obrero de hoy, pese a las injusticias sociales de las cuales es partícipe y víctima a la vez, podrán decir con tranquilidad de conciencia que memoria hay, de hecho, ya no hay más régimen militar, ni desaparecidos, se han anulado las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y todo eso es válido, es decir, es bueno que estén en vigencia las instituciones, que vivamos en Democracia, pero, ¿qué pasa, por ejemplo, con el constante enriquecimiento, sino ilícito, al menos, llamativamente abultado en cortos períodos de tiempo, de algunos funcionarios de gobierno y hasta de los propios primeros mandatarios?¿qué hay de la exclusión social a la que son sometidos, día a día, los desocupados, los sub ocupados, los pobres.¿No es aquello una manera de desaparecer también, aunque lenta, paulatina, sistemática, tener que verse excluido aunque de un modo más subliminal? Basta ver, por ejemplo, lo que sucede con las comunidades de pueblos originarios residentes en nuestro Chaco santiagueño, o del sur del país.
Lloré, de algún modo, tal vez por esto o, quién sabe. Sólo sé que me sentí una más, como quien, tras sufrir un accidente, de golpe recupera la memoria, se recobra de los continuos golpes de los que fue víctima, tanto como todos y cada uno de los argentinos que, lamentablemente, estamos ya acostumbrados a que todo esto suceda, a la amnesia, la indiferencia, el bloqueo, la anulación, la nulidad, la impotencia, la inercia, el vacío ideológico producto del descreimiento, todo, todo eso en lo que normalmente no pienso, pero cuando lo hago se me caen las lágrimas, así, como hoy, mirando por enésima vez el documental sobre el legendario Juicio a los Militares …

(publicado en conmemoración al Día de la Memoria - ayer 24 de marzo de 2011 -
basado en un texto escrito el 28 de agosto de 1998, en pleno gobierno de Carlos Menem)

sábado, 12 de marzo de 2011

"Solitario"

Si de pronto se aferra a los umbrales
al alba juega,
grácil serpentea entre el verde ramal
busca abrir las alas
y alza su trino en un batir de
transparencia
allí me quedo, me cabe
se erige clara, me seduce
y me atrapa inspirada
robándome bosquejos
entramados verbales del no-tiempo
pero no siempre es limpia
o vuela entre las nubes
a veces es confusa ambigua
negra
o se despoja de las musas que inspiran
y me deja vacía, hueca
completamente aislada, desmembrada
con forzado desapego
o silencio de nada.
Soledad
la noche está desierta
o es el desierto adentro
en la piel del recuerdo
la soledad se vuelve un enemigo
incierto tenebroso cruel
porque dicta sentencias
se envuelve de incertezas
comulga con los duendes
siniestros nocturnos.
Le presento batalla, la enfrento
busco apartar de mí ese frío
ese abandono
Sí.
Esa es la soledad que me fulmina
el abandono de uno, el de los otros
o el del poema que
pesa pasa pisa y
resbala más allá
mientras uno lo mira con nostalgia
recuerda los tiempos cuando se dejaba
acariciar
no como ahora que
hay que estar probando errando ensayando
para que apenas nos ceda
el privilegio…
11-03-2011 - este poema obtuvo mención especial nacional "poetas de San Lorenzo" en la edición 2011 del Concurso Nacional de Poesía y Cuento "Quijote de Plata"