Pasaron ya muchos años, sin embargo, no es fácil superar el dolor… Aun persiste en muchos de nosotros. Cuesta entender la ignorancia, la injusticia de un golpe militar que, contrariamente a lo que pregonaban sus responsables, no sólo terminó llevándose los sueños, los ideales de treinta mil vidas, sin ejercicio alguno de derecho, sino, fundamentalmente, la dignidad de un país de trabajo, de lucha diaria, anónima, por medio de su devastación, tanto, a nivel económico, como político y social. Su punto álgido fue esa guerra insensata, sangrienta, mentirosa, una guerra que, en realidad, no fue otra cosa que una maniobra desesperada por parte del entonces responsable del país, (L.F.Galtieri), una suerte de manotazo de ahogado, que hizo hincapié en un entusiasmo muy parecido al generado por el Mundial 78, en cuanto a su poder de seducción, de distracción de la opinión pública, todo esto, para resistir el inminente retorno del proceso democrático, pedido por el pueblo, debido a la profunda crisis que se vivía por entonces. Mientras tanto, corrían peligro las vidas de jóvenes inexpertos, recién ingresados al Servicio Militar Obligatorio, sólo movidos por la esperanza, por una ingenua convicción de triunfo, alimentada a través de la manipulación ideológica y del abuso del poder. Incluso, cuando ya no se pudo seguir ocultando lo que ocurría en realidad en Malvinas, se llegó a poner en juego la buena fe de la gente. Casi un país entero apostó sus últimas fichas en un Festival de la Solidaridad que recaudó de todo – joyas, dinero, víveres – pero casi nada llegó a manos de nuestros soldados, ellos seguían muriendo de hambre, de frío,..
Hubo que esperar hasta el ´83, para ver cómo, lentamente, el país se fue recuperando. Se reorganizaban los partidos políticos y se comenzaban, lentamente, a esclarecer los crímenes de lesa humanidad, aunque también hubo que lidiar con la sanción de la Ley de Obediencia Debida y Punto Final que fue relativizando hasta dejar sin efecto los fallos del Juicio a los miembros de la Junta Militar.
Hoy, lo ocurrido durante dicho Proceso encuentra su eco en las políticas llevadas a cabo por el actual proyecto de gobierno, en concordancia con lo ya iniciado por el de Néstor Kirchner. En ese sentido, la apertura de los archivos de la ESMA, que los crímenes se estén investigando otra vez, tras quedar sin efecto los alcances del indulto o, en nuestra zona, las investigaciones que se están realizando en el cementerio local, son claros ejemplos de que el país lleva adelante un proceso de toma de conciencia hacia una madurez democrática. Se siente ese eco, ese respiro hacia un lento, pero, al fin y al cabo, verdadero esclarecimiento. Sin embargo, aún queda mucho por hacer,.. .
(basado en un comentario periodístico aparecido en el Diario “El Observador” de San Lorenzo del 31 de marzo de 2006)
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