Un viento de lejanías
tardes en silencio
conjeturas banales
fluye el río lejano
rotundo cazador de mis anhelos más íntimos
o turbios
o venéreos
en su devenir
de fantasma en la tarde
gris
el abrazo del bosque atrás
parece anhelar una respuesta
que no se llega a revelar
un tenue violoncello llora
o es el eco de un recuerdo
el silbido del viento
al evadir la inminente, brumosa
tormenta
guardado en un sutil arcón de la memoria
emerge el instante fugaz
aquella añoranza.
Un cetrino cuerpo besa la tarde
mórbido busca en un libro inexistente
alguna coordenada en pie
escondida en el rincón estéril
de la memoria
vence el olvido
y retorna a la espera de su presa.
El río fluye en su devenir
de fantasma en la tarde
NADIE…
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