Llora esta pena mortal
envuelta en un reclamo impostergable.
Llora mi noche tu ausencia.
¿Será irreversible?, me pregunto,
¿querré emerger de estos huecos etéreos
hijos del misterio?
¿No merezco acaso vivir en este mundo,
en la verdad de hoy, este momento?
Semejante revelación, a mitad de la noche,
sin embargo, no alcanza
su vino negro se derrama incierto
vierte un diluvio de lágrimas que
ya no puedo calmar, por más que quiera
y aunque me alejo por decisión propia
para poder cumplir con mi plan
este llanto hoy me supera
por sórdido insistente oscuro
por insolente inoportuno o abismal
o porque me atrapa con su ansia de verdad
y tengo sed
la sangre me reclama
- cuando aún era joven, la ignoraste-
ahora no hay derecho, no puedo
me debo a este presente
para poder pensar en un mañana.
Quería una señal
y me la diste
-vivís para darlas de todos los colores-
y otra vez estoy, aquí
en esta encrucijada
de amor …
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